Alexander es un niño de 9 años que está cursando tercer grado de primaria en el Liceo Nueva Vida. Alexander vive en un barrio llamado el espino en una localidad llamada Cazucá, su residencia queda un poco retirada de la institución, la vivienda es arriendo, junto con sus padre y dos hermanas mayores que él, disfruta con su familia cuando preparan los alimentos y los comparten juntos.

 Alexander a pesar de las problemáticas que viven su padres y hermanas, es un estudiante muy inteligente, dinámico, le gusta participar en clase, cuando tiene confianza habla de las chocoaventuras de su familia. Aunque lleva unos años viviendo en este barrio no le gusto por la inseguridad que ve alrededor, las basuras que dejan en la calle, el frío y el cambio de clima que muchas veces hay en la zona.

Cuando sale del colegio le gusta leer libros, practicar deportes y en algunos momentos videojuegos, ver los programas de televisión que más le gustan, escuchar música.

Les gusta compartir en clase lo que saben y socializar con otras personas de manera muy espontánea.

En el colegio lo que más goza es compartir con sus compañeros, amigos y docentes. El año anterior en la institución hicieron extracurriculares donde aproveché mucho este tiempo.

Las materias favoritas son matemáticas, ciencias sociales, educación física y tecnología, aprende más.

 Alexander participa en el proyecto socioformativo de canto porque le apasiona y su plan a futuro es ser cantante. Manifiesta que su personaje inspirador es faraón un peruano que utiliza el arte de la música para dar a conocer la problemática y virtudes de su comunidad, realiza video para público.

Aparte de querer ser cantante, le gustaría ser abogado, chef, profesor.

 Patrocinar a Alexander Márquez es una buena oportunidad para que tenga un cambio de vida y cumpla uno de sus mayores sueños “ser cantante” y demostrar el amor que Dios tiene para él.

Tiene el potencial de querer salir adelante por encima de las dificultades que pasa en su diario vivir, de contribuir a su familia y comunidad.

Su historia es un testimonio de resiliencia y determinación que inspira a todos los que quieren conocerlo.

De antemano quiero agradecerte por sembrar en Alexander, Dios te bendiga grandemente..